El huerto escolar es un terreno pequeño ubicado dentro o en los alrededores de la escuela, donde se cultivan hortalizas y árboles frutales principalmente, cuyos semillas, raíces hojas o frutos sean comestibles para que luego los estudiantes, profesores o apoderados puedan disfrutar de ellos.
¿Para qué?
Para qué
Una huerta escolar y cultivo de plantas ayuda principalmente a entender el proceso de crecimiento de ellas. Es decir, a saber y comprender de qué manera afectan los factores para que una planta pueda crecer de manera eficaz al mismo tiempo que deben saber controlarlos para que ésta crezca de la mejor forma posible.
Otro punto favorable es la valoración del trabajo agrícola, que si bien hoy en día es ampliamente alternado con el trabajo de gran maquinaria, el esfuerzo y dedicación personal que debe poner cada individuo es ejemplar. El trabajo de los temporeros puede ser respetado y valorado de manera muy distinta a medida que se trabaja con la huerta.
Por último, desarrolla valores y actitudes favorables hacia la ecología. Respeto, dedicación, paciencia, participación y perseverancia, son valores que se desarrollan a medida que los estudiantes deben cuidar a las plantas, es decir, el correcto desarrollo de una educación ambiental donde se comprenda la relación directa de los seres humanos con la naturaleza.
El huerto escolar ha de entenderse como un recurso más del que disponen los educadores. En este sentido, la preparación de las actividades a realizar en él ha de ser igual que en cualquiera de las que se hacen en el aula. Es por esto que antes de realizar el huerto se debe planificar la actividad, seleccionando los contenidos a trabajar, organizarlos temporalmente, qué materiales curriculares se van a elaborar y diseñar un instrumento de evaluación. Bajo esta misma idea, se debe tener en cuenta que un huerto escolar tiene características especiales como que cada actividad tiene una repercusión en el huerto irreversible, muy pocas veces podremos borrarlas o hacer algo de nuevo y que con frecuencia se encuentran imprevistos climáticos que afectan la planificación ideal.
Las responsabilidades y actividades del huerto van dirigidas a todos los niveles de básica, ya que según las edades y capacidades de los estudiantes, se dividen y organizan las tareas. Es por ello que entre profesores debe existir plena colaboración y comunicación, para que todos los involucrados cumplan con sus tareas y el huerto pueda ser cultivado de buena manera, para que los recursos estén disponibles, para poder recoger información útil para los demás compañeros, proponer tareas semanales y distribuyan los espacios de buena manera. Sin embargo, de igual manera se da la opción de trabajo voluntario de los estudiantes de manera extracurricular, según el grado de necesidades o intereses que posea el o el grupo estudiante.
Pasos para construir el huerto escolar:
• Escoger el terreno que esté disponible dentro de la escuela. Preferiblemente debe estar retirado de los árboles para que la sombra de ellos no impida el crecimiento de las plantas y hortalizas.
• Limpiarlo eliminando cualquier material de desecho, piedras, maleza u otros.
• Labrar el terreno, unos 20 o 25 centímetros de profundidad, utilizando implementos de labranza.
• Desmoronar y triturar muy bien la tierra.
• Fertilizar el terreno preferiblemente con abono natural. Es recomendable utilizar fertilizantes naturales, para evitar la contaminación de la tierra.
• Después de que el terreno está preparado, se hacen surcos y se colocan en ellos las semillas previamente seleccionadas, dejando el espacio necesario entre ellas. (Investigar lo que necesita cada planta).
• Regar con abundante agua pero sin excederse, de preferencia en horas de la tarde o en la mañana antes de que salga el sol.
• Cercar el huerto para que no lo destruyan.
Las herramientas que se utilizan para el trabajo del huerto son:
Pala, pico, escardilla, machete, rastrillo, carretilla, manguera, tobo, cuchara, regadera, barretón, guantes.
Sembrando el huerto escolar:
Si son granos, como el maíz o frijol, se siembra directamente en el suelo. Si es cilantro, tomate, pimentón, u otros, se hace en semilleros, para después trasplantarlas a un lugar definitivo (barbacoa, suelo), cuando tengan tres a cuatro hojitas y su tallo esté bien consistente.
Es recomendable cambiar cada año el tipo de planta que se va a cultivar, proceso que se conoce como rotación de cultivos. Consiste en que un año se siembran plantas con raíces largas y otro año plantas de raíces cortas, así las capas del suelo se aprovechan y se utilizan mejor sus componentes, ya que los nutrientes se agotan cuando se mantiene por mucho tiempo el mismo cultivo. Es importante dejar descansar el suelo y abonarlo.Para más información:
EXCELENTE LA DIDÁCTICA, EL NIÑO ES SUJETO ACTIVO DE ESTA VIVENCIA MARAVILLOSA DE CULTIVAR LA TIERRA Y DE ENSEÑAR VALORES DE PROTECCIÓN Y AMOR A LA NATURALEZA Y EL MEDIO AMBIENTE FELICITACIONES.
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